Detrás de la captura: Qué afecta la disponibilidad de mariscos capturados en estado salvaje
¿Alguna vez te has preguntado por qué tus mariscos silvestres favoritos no siempre están disponibles o por qué su precio parece cambiar de repente? A diferencia de las opciones de piscifactoría, el suministro de mariscos silvestres es un proceso delicado e impredecible. Desde patrones climáticos hasta cierres ambientales, diversos factores externos influyen en lo que termina en tu plato. En esta publicación, desvelamos el fascinante mundo de los mariscos silvestres, explicando las razones clave de su disponibilidad y precio fluctuantes.

Cierres por lluvia
Cuando las lluvias intensas superan cierta cantidad (normalmente más de media pulgada), la División de Pesca Marina puede decretar un cierre por lluvia para los bancos de mariscos. Esta es una precaución temporal, pero necesaria. Las lluvias intensas pueden provocar que contaminantes, como fertilizantes agrícolas y domésticos, lleguen a las aguas costeras. Para garantizar la seguridad de las almejas y otros mariscos, estas zonas permanecen cerradas hasta que la marea haya tenido al menos de 3 a 6 días para eliminar y diluir los contaminantes. Si llueve más durante el período de cierre, este se extenderá.
Los cierres por lluvia afectan directamente la disponibilidad y el precio de las almejas frescas para freír, las almejas al vapor y las navajas.
Marea roja
Una "marea roja" se produce cuando ciertas algas microscópicas aumentan en el océano, lo que provoca una concentración mayor de lo habitual. Si bien estas algas no dañan a los mariscos en sí, las toxinas que producen pueden ser perjudiciales para los humanos si consumen mariscos que han filtrado las algas tóxicas del agua.
Se trata de un fenómeno muy común y natural, especialmente durante los meses de verano, a menudo influenciado por factores como las lluvias y el aumento de las temperaturas. Cuando se detecta una marea roja incluso en una sola zona, las autoridades de salud pública cierran preventivamente todas las áreas de recolección de mariscos.
A diferencia de los cierres por lluvia, no existe un plazo fijo para el cierre por marea roja. Los bancos de arena permanecen cerrados hasta que los niveles de toxinas de algas desciendan a un nivel seguro, lo que puede tardar días, semanas o incluso meses. Esto puede afectar significativamente la disponibilidad de mariscos populares como vieiras, almejas y mejillones. Estas directrices se cumplen estrictamente, ya que la seguridad y la salud pública son la máxima prioridad.
Clima
Se podría pensar que la lluvia o las bajas temperaturas detendrían un barco pesquero, pero la mayor preocupación meteorológica es, en realidad, el viento. Los vientos fuertes pueden crear condiciones peligrosas, dificultando que los barcos, ya sea que estén dragando vieiras o usando anzuelo para pescar atún, operen de forma segura y eficaz. Los pescadores suelen permanecer en puerto cuando se pronostican fuertes vientos, lo que puede provocar una interrupción temporal de la pesca fresca.
Temporadas de desove
Para garantizar la salud y la sostenibilidad a largo plazo de nuestros ecosistemas marinos, es fundamental respetar los ciclos reproductivos naturales de peces y mariscos. Las temporadas de desove son momentos específicos del año en que las especies se reúnen para reproducirse, y son un momento crucial para la recuperación de las poblaciones. Muchas especies, especialmente en Nueva Inglaterra, desovan durante los meses de primavera y verano, cuando las aguas más cálidas ofrecen las condiciones ideales.
Durante estos períodos, es posible que se cierren ciertas pesquerías o se reduzcan las cuotas para proteger la población reproductora. Al no capturar peces durante este período tan delicado, contribuimos a mantener un suministro abundante y saludable para los años venideros. Las empresas pesqueras y los pescadores responsables cumplen estas normas, lo que significa que ciertas especies podrían no estar disponibles o verse limitadas durante su temporada de desove.
Cuotas de pesca
El gobierno, a través de agencias como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), establece cuotas de pesca para prevenir la sobrepesca y gestionar las poblaciones de peces. Estas cuotas limitan la cantidad de una especie en particular que se puede capturar cada año o temporada. Las cuotas suelen asignarse a diferentes "sectores" o grupos de embarcaciones. Una vez que un sector alcanza su cuota, la pesca de esa especie debe cesar, independientemente de si los peces siguen siendo abundantes. Esta es una herramienta vital para la conservación, pero también puede causar problemas de disponibilidad estacional a medida que se alcanzan las cuotas.
Migración impredecible de peces
Con las especies silvestres, no hay garantía de que los peces estén en el mismo lugar todos los días. Incluso los pescadores más hábiles tienen que lidiar con la imprevisibilidad de la vida marina. Un buen ejemplo es la caballa de Boston, que abunda en junio y julio, pero parece desaparecer hasta octubre o noviembre. Estos peces se mueven según la temperatura del agua, las fuentes de alimento y otros factores difíciles de predecir. Cuando un capitán sale y encuentra una zona de pesca vacía, no solo es una decepción, sino también una pérdida costosa, dado el gasto en combustible y salarios de la tripulación.
En resumen...
En definitiva, la disponibilidad de mariscos silvestres es una compleja combinación entre la imprevisibilidad de la naturaleza y las regulaciones diseñadas para protegerla. Cuando la oferta es baja y la demanda alta, los precios suben naturalmente. Al comprender estos factores, podrá apreciar el recorrido que realizan sus mariscos desde el océano hasta su plato y saber que una escasez temporal suele ser señal de una pesquería sana y gestionada responsablemente.
¿Tienes alguna pregunta sobre un tipo específico de marisco que te interese?